Director de CalaveraLectora
He estado en múltiples actividades durante mi existencia, tengo 79 y he publicado sólo un libro de poesía, hablo de arte, como arte y cuando llega el momento de escribir, me viene la depresión o el teclado se niega a escribir bien y todo queda iniciado o medio camino.
Ahora, no hay más disculpas y debo escribir, aunque usted sea feo, exigente o un explotador*
Atentamente
Oscar Castro Araya - Pintor de la palabra
*Nota: somos las tres 💀💀💀
El escritor es un trabajador en relación de subordinación y dependencia frente a su propia obra. La inspiración es una falacia inventada por los privilegiados, que pueden darse lujos como estar varias horas frente al teclado. No es éste quien se niega a escribir bien, pues mal podría un objeto, como la maquinaria de la fábrica impedir que el obrero gane dignamente su salario. Es una mala excusa, al igual que la depresión, inexistente en el amanecer del trabajador que tiene ocho horas para ganarse el pan. No existen excusas para no trabajar. Y escribir es un trabajo.
No hay evasivas para desanimarse, con el hecho de tomar el teclado o el lápiz, nuestra imaginación y creatividad se manifiesta con un impulso único, arrollador para que la inspiración
fluya arrasante ante nuestros ojos. Letra por letra, frase por frase, por cada estrofa terminada
seguimos alimentando nuestro espíritu mágico. Citando a nuestro gran poeta Vicente Huidobro; "Que el verso sea como una llave que abra mil puertas".
Seguir adelante..sin miedo al que dirán.
Atentamente
Javier Norambuena