Todo maquillado contra 1os vidrios
me llamé esta iluminada dime que no
el Super Estrella de Chile
me toqué en la penumbra besé mis piernas
Me he aborrecido tanto estos años
VIII
Yo soy el confeso mírame la Inmaculada
Yo he tiznado de negro
a las monjas y los curas
Pero ellos me levantan sus sotanas
Debajo sus ropas siguen blancas
- Ven, somos las antiguas novias me dicen
Destrocé mi cara tremenda
frente al espejo
te amo —me dije— te amo
Te amo a más que nada en el mundo
Helo allí Helo allí
suspendido en el aire
El Desierto de Atacama
i. Suspendido sobre el cielo de Chile diluyéndose
entre auras
ii. Convirtiendo esta vida y la otra en el mismo
Desierto de Atacama áurico perdiéndose en el
aire
iii. Hasta que finalmente no haya cielo sino Desierto
de Atacama y todos veamos entonces nuestras propias
pampas fosforescentes carajas encumbrándose en
el horizonte
i. Miremos entonces el Desierto de Atacama
ii. Miremos nuestra soledad en el desierto
Para que desolado frente a estas fachas el paisaje devenga
una cruz extendida sobre Chile y la soledad de mi facha
vea entonces el redimirse de las otras fachas: Mi propia
Redención en el Desierto
iii. Quién diría entonces del redimirse de mi facha
iv. Quién hablaría de la soledad del desierto
Para que mi facha comience a tocar tu facha y tu facha
a esa otra facha y así hasta que todo Chile no sea sino
una sola facha con los brazos abiertos: una larga facha
coronada de espinas
v. Entonces la Cruz no será sino el abrirse de brazos
de mi facha
vi. Nosotros seremos entonces la Corona de Espinas
del Desierto
vii. Entonces clavados facha con facha como una Cruz
extendida sobre Chile habremos visto para siempre
el Solitario Expirar del Desierto de Atacama
Como un sueño el silbido del viento
todavía recorre el árido espacio de
esas llanuras
Acurrucados unos junto a otros contra el fondo del bote
de pronto me pareció que la tempestad, la noche y yo éramos sólo uno
y que sobreviviríamos
porque es el Universo entero el que sobrevive
Sólo fue un instante, porque luego la tormenta nuevamente
estalló en mi cabeza y el miedo creció
hasta que del otro mundo me esfumaron el alma
Sólo fue un raro instante, pero aunque se me fuese la vida
¡Yo nunca me olvidaría de él!
Quemados los praderíos crepitaron ardientes hasta volarse
en el grito de María sobre el valle llorándose el luto como
manchones de tizne que el mismo cielo ensombrecieron
i. Ensombrecidos un grito escucharon los valles que
se quemaban
ii. Sólo un grito fue el crepitar de aquellos pastos
iii. Nada más que María fue el grito que Chile escuchó
desflorándose sobre el campo
Porque todo Chile crepitó estremeciéndose para ya no ser
más que los pastos del grito de María arrasados bajo el
cielo desflorados como tiña que hasta el aire evitara
iv. Porque sólo pena salió del valle desflorado de
María
v. Así el grito fue la pascua ardida de Chile
vi. Todo Chile gritó entonces desflorándose en las
quemadas pascuas de sus valles
Desde donde los mismos cielos crepitaron hasta remachar con
un grito la desflorada pascua de María ardida de tiña
por los milenios llorando los quemados pastos de este luto
Todas las cosas celebran bajo el cielo
Con una paz indecible lentamente sus ojos iban
recubriendo este suelo
Por el sur del nuevo mundo emergiendo llorosos de
amor desde esas malditas como si ahora sí pudieran
ser ellos los más queridos estos cabezas negras
mucho más vivos sonriéndonos entre sus lágrimas
Maravillosos subiendo hasta la voladura final los
ojos que de puro humanos se les arrebataban allí
mismo enmudecidos con una expresión tal de paz
y de dulzura que ni el otro mundo podría igualarlos
LOS POBRES ESTÁN POBLANDO EL PARAÍSO SI TÚ MISMO ME LA ANUNCIASTE
LOS POBRES UNA PURA DE AMOR VOLANDO LAS ARRIADAS Y YO ESTA PERDIDA
DEL ALMA O “LA NIEVE” COMO ME APODAN MIRA YO MISMO LOS SEGUÍA
TODO RESPLANDECIDO DE MÍ
Estos poemas fueron extraídos de Purgatorio y Anteparaíso, disponibles en Memoria Chilena.