Cinco poemas de Gonzalo Millán

Imposible pensar en la Ciudad sin pasar por los versos de Gonzalo Millán. Acá una selección de 5 poemas que erigen a este poeta como monumento urbano y social de Chile. Si crees que nos falta algún poema, escríbenos y lo subimos.
Admin Calavera
22 de junio de 2025

La ciudad

5. Pasan carrozas...

Pasan carrozas.

Por esta calle pasan entierros.
Pasaron a muchos por las armas.
Las calles tienen muchos baches.
Los caballos llevan gualdrapas negras.
¡Hin! relincha un caballo.
Pasan camiones.
Pasan autos de hombres acaudalados.
Los niños pasan el río.
Pasa un enano con una gran cabeza.
Pasa el tirano en un auto blindado.

Pasar por alto los abusos.
Los tiros a altas horas de la noche.
No abrir la boca sino para comer
Cuando hay para echarse a la boca.
Pasamos hambre.
No se puede hablar abiertamente.
Los loros hablan fácilmente.
El loro tiene vistoso plumaje.
Los plumíferos escriben en los diarios.
Los papagayos hablan por la radio.
La mordaza impide el habla.
Vvms mrdzds.
Vvmos mrdzdos.
Vvimos mrdzados.
Vivimos mordazados.
Vivimos amordazados.
Vivimos con los ojos vendados.
Los ojos se abren bajo la venda.
La boca se abre bajo la mordaza.
El tirano disfruta de salud.
Sólo el hombre disfruta de la palabra.
Los gorilas se golpean el pecho.
¡Muera el tirano!

La ciudad

6. Uno aprieta a correr...

Uno aprieta a correr. Lo siguen.
Los peatones abren paso.
Doblan corriendo una esquina.
El soplón con disimulo se escabulle.

Disimular la ira.
Disimular el disgusto.
Disimular la pobreza.
Disimular el hambre.
Morderse la lengua.
Obrar con mucho disimulo.

La ciudad

14. Las paredes se levantan a plomo...

Las paredes se levantan a plomo.
Las paredes son altas.
Las paredes cierran.
Las paredes separan.

Amordazan con pintura las paredes.
La lluvia las despinta.
Reaparecen fragmentos de murales.
Siglas de partidos proscritos.
Consignas antiguas.
Y la última RESISTENCIA recién borrada.

La invitación

La muerte te llama

Desóyela
millán con mellas,
mi mellizo,
no vayas con ella,
óyeme,

quédate conmigo.

Hoy no haré trabajo voluntario

Para Andrés y Mauricio Millán

Aunque en las calles lluevan
palos y piedras hoy debo
atravesar la ciudad revuelta.
Nada podrá detenerme,
ni barricadas llameantes
ni gases lacrimógenos.
Avanzo como un ciempiés
bajo una cascara de huevo
llevando a casa de mi padre
una pequeña tina de baño
para mi hermano recién nacido.
Y no puedo detenerme.
Después escribo.

Estos poemas fueron extraídos de La ciudad y Trece Lunas, disponibles en Memoria Chilena.

¿Qué te parece Gonzalo Millán?, cuéntanos cuál es tu poema favorito en los comentarios.

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