Carta enviada el 2 de octubre.
por Khana Sebet
Estimado director:
Siempre he creído en las señales pero ahora más que nunca creo en ellas.
Cuando ella partió fue como si una venda se me cayera de los ojos, afiné mis sentidos y ahora las veo por todas partes.
He ido en la micro rumbo a mi casa, escuchando música triste mientras veo por la ventana la cara de ella en cada joven que pasa. En cada niña que va en brazos de su madre, así me pasa siempre.
Así me encontraba un día sumida en la más profunda desesperación, con mil pensamientos dando vueltas en mi mente. Había una llegado a mi vida una persona, un nuevo amor pero yo tenía mis dudas. Unos girasoles en las manos de una persona x en la micro bastaron para saber que él era el indicado. Es una señal pensé. Así que continué mi historia de amor con él.
“Ella lo eligió para mí” me dije. Sabía que yo lo iba a necesitar, porque ningún hombre me ha dado tanto amor como él lo hace y vaya que he necesitado amor y contención para superar su muerte, la muerte de mi hija.
Un día salí con mi hija menor y mi nieta y les tomé una foto y la puse como fondo de pantalla en mi celular. Sin darme cuenta que en el fondo…ahí entremedio de las dos aparecía un girasol. Como diciéndome mamá yo también estoy en esta foto. La flor favorita de mi hija eran los girasoles.
Hace unos días atrás mientras ordenaba mi pequeño taller, entremedio de uno de mis cuadernos encuentro un dibujo que mi hija había hecho. Abracé esa hoja con lágrimas en mis ojos y con cuidado de no romperlo. Pero cuando leí la frase que en el centro de los dibujos figuraba en inglés. No pude evitar el llanto, recordé que en su oportunidad ella me lo mostró y yo no le presté la atención que se merecía. Hoy me arrepiento mucho, no sabe cuánto.
“Ella es arte” dice la frase que le puso al dibujo como sabiendo la misión que este iba a tener. Por estas cosas pienso que todo lo propició ella y de algún modo me dejó ese mensaje para que lo encontrara y lo enmarcara, ella ya sabía todo. Sabía que cada vez que lo mirara en la pared me acordaría de ella y recordaría aquel sueño donde hablábamos y me decía “Mamá, haz lo que tú quieras ,todo lo que te propongas lo vas a hacer bien”.
Quiero creer eso, quiero seguir pintando, quiero seguir escribiendo, quiero seguir creando, porque hay algo dentro de mí que me dice que yo puedo. Esa fuerza es mi hija sin duda. Ahora sé que debo continuar.
Khana Sebet